En un hecho sin precedentes en los últimos 50 años, un lobo mexicano (Canis lupus baileyi) nacido en vida libre fue captado por cámaras de monitoreo en el Área de Protección de Flora y Fauna Campo Verde, ubicada en el noroeste del estado de Chihuahua. El avistamiento representa un importante avance en los esfuerzos de conservación de esta subespecie en peligro de extinción.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) confirmó que se trata del primer nacimiento registrado de un ejemplar silvestre en esa región desde la extinción del lobo mexicano en vida libre en el siglo pasado. Este hecho es resultado de más de una década de trabajo conjunto entre autoridades mexicanas, estadounidenses y comunidades locales.
La grabación que cambió la historia del lobo mexicano
El hallazgo se produjo durante las labores de vigilancia comunitaria, cuando Abel Guerrero Tello, integrante del comité local, revisó el contenido de una de las cámaras-trampa instaladas en el área. A primera vista parecía un coyote, pero al ser revisado por especialistas como César Hernández, jefe del área protegida, se confirmó que el animal era un lobo mexicano sin collar de rastreo, lo cual indica que nació en libertad.
El sitio forma parte de las zonas donde desde 2012 se han liberado ejemplares criados en cautiverio como parte del programa de reintroducción binacional entre México y Estados Unidos.
Un símbolo del éxito en conservación ambiental
El nacimiento en libertad es un logro concreto de las acciones que combinan monitoreo, educación ambiental, manejo de conflictos con ganaderos y conservación del hábitat. Según la Conanp, estas estrategias han logrado reducir los riesgos para la especie, y al mismo tiempo, fomentar la coexistencia con comunidades rurales, que históricamente han visto al lobo como una amenaza para el ganado.
Actualmente, la población silvestre de lobo mexicano en México se estima entre 30 y 35 ejemplares, una cifra baja pero esperanzadora considerando su estatus histórico como especie extinta en su entorno natural.
El lobo mexicano: historia de una especie amenazada
El lobo mexicano es el cánido más grande del país, con una longitud de hasta 180 centímetros y un peso promedio de 33 kilogramos. Es también una de las subespecies más pequeñas y en mayor peligro de extinción en Norteamérica. En la década de 1970, fue catalogado como “extinto en vida libre” debido a la cacería sistemática, pérdida de hábitat y políticas oficiales que lo veían como una plaga ganadera.
Gracias al trabajo coordinado entre instituciones como la Conanp y el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos, desde hace más de 20 años se han llevado a cabo programas de reproducción en cautiverio y reintroducción controlada en áreas protegidas.
Desafíos persistentes para su recuperación
Pese a los avances, la recuperación del lobo mexicano no está asegurada. Uno de los principales retos sigue siendo el conflicto con ganaderos, quienes aún reportan ataques a su ganado. En respuesta, los programas de conservación han implementado estrategias de compensación y capacitación, además de fortalecer los corredores biológicos y la educación comunitaria.
Este nuevo nacimiento no solo representa un paso firme hacia la recuperación ecológica del norte del país, sino también una señal de esperanza para la biodiversidad mexicana en medio de crecientes desafíos ambientales.
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