La brecha salarial entre hombres y mujeres en México no sólo persiste, sino que se profundiza con el paso del tiempo. Expertas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) advierten que cerca del 50% de las mexicanas jamás logrará alcanzar la independencia económica debido a factores estructurales como la desigual distribución del trabajo doméstico, la discriminación laboral y la precariedad del empleo femenino.
Según datos de la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo 2019, las mujeres dedican en promedio 42.8 horas semanales a tareas no remuneradas como el cuidado de personas, la limpieza del hogar y la cocina, mientras que los hombres sólo destinan 16.9 horas. Este trabajo invisible representa el 26.3% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, es decir, alrededor de 8.4 billones de pesos, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
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¿Cómo es la carga laboral en las mujeres?
Expertas señalan que esta carga laboral recae en un 71.5% sobre las mujeres, lo que limita su participación en el mercado laboral formal y las mantiene en condiciones de desigualdad económica.
“La brecha salarial no es una cuestión individual, sino el reflejo de cómo se organiza el mercado y el hogar”, explicó Virginia García, académica de la Facultad de Economía de la UNAM. Agregó que la economía tradicional ignora el trabajo de cuidados y doméstico que sostiene el sistema económico, y es ahí donde la economía feminista pone el foco.
Por su parte, Violeta Rodríguez del Villar, investigadora del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, presentó el estudio Brechas de género en ingresos laborales y flexibilidad de la jornada en México, basado en 127 mil casos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2024. Sus hallazgos revelan que las mujeres ganan en promedio un 15% menos que los hombres por trabajos equivalentes, incluso con igual o mayor nivel educativo.
¿Existe una desigualdad en la carga de trabajo?
Además, las jornadas laborales flexibles no reducen la desigualdad: trabajar menos de 15 horas semanales disminuye los ingresos en un 26.2%, mientras que los horarios irregulares pueden reducirlos hasta en un 45.7%. A esto se suma que las mujeres reciben en promedio 11.9% menos por cada hora trabajada.
Rodríguez del Villar advirtió que mientras los hombres tienen una probabilidad del 99% de estar empleados, este porcentaje cae al 70% en el caso de las mujeres. La edad también juega un papel importante, ya que las posibilidades de empleo para las mujeres disminuyen drásticamente después de los 39 años, en contraste con los hombres, quienes mantienen altas tasas de ocupación hasta su jubilación.
La legislación mexicana establece en el artículo 86 de la Ley Federal del Trabajo que a trabajo igual debe corresponder salario igual. No obstante, cifras del Instituto Mexicano para la Competitividad muestran que los hombres ganan en promedio 11,490 pesos al mes, mientras que las mujeres perciben apenas 9,825 pesos. Para compensar esta diferencia, una mujer tendría que trabajar 61 días adicionales al año.
Ambas especialistas coinciden en que para cerrar la brecha salarial es necesario un enfoque integral. Entre las medidas urgentes están la redistribución del trabajo doméstico no remunerado, la creación de políticas públicas con perspectiva de género, el fortalecimiento de servicios de cuidado como guarderías y atención para personas mayores, así como mayores oportunidades educativas y laborales para mujeres en situación de vulnerabilidad.
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