Los efectos de beber refresco todos los días: qué dice la ciencia

Lo que muchos consideran un hábito inofensivo puede causar graves problemas de salud. Beber refresco de manera habitual puede afectar seriamente la salud dental. La alta acidez y el contenido elevado de azúcar contribuyen a la aparición de caries, la erosión del esmalte y el deterioro de las encías. Los expertos advierten que incluso los refrescos “light” pueden tener efectos negativos por los edulcorantes artificiales que contienen.

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El consumo continuo de refresco también puede irritar el estómago, empeorando síntomas de gastritis, úlceras o reflujo ácido. Además, el azúcar presente en estas bebidas eleva los niveles de glucosa en sangre, aumentando con el tiempo el riesgo de diabetes y enfermedades cardiovasculares. Incluso las versiones sin azúcar pueden alterar el equilibrio de la microbiota intestinal, afectando la digestión y la salud general.

Los especialistas recomiendan moderar el consumo de refrescos y optar por opciones más saludables. Entre las alternativas destacan:

• Agua con gas con infusiones de frutas
• Té espumoso natural
• Bebidas fermentadas ligeras

Estas opciones mantienen la sensación refrescante sin los efectos dañinos del consumo diario de refrescos comerciales.

El abuso de refrescos se asocia también con sobrepeso, daño renal y enfermedades hepáticas. Moderar su ingesta es clave para reducir estos riesgos y mantener un estilo de vida más saludable.

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