El Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) celebró este sábado el estreno de Autos, mota y rocanrol, una película que revive el escandaloso Festival de Avándaro con una mirada fresca, divertida y totalmente ficcionada. Bajo la dirección de José Manuel Cravioto, el filme compite por el Premio Mezcal y será proyectado gratuitamente el próximo lunes 9 de junio a las 20:00 horas en la Plaza de la Liberación.
La película rescata uno de los capítulos más polémicos de la historia musical mexicana: el festival de 1971 que congregó a más de 300 mil personas en el Estado de México y que, en su momento, fue señalado por la prensa como símbolo de “libertinaje juvenil”.
Falso documental, humor y libertad creativa
El proyecto se presenta como un falso documental que mezcla material de archivo con ficción. Según Cravioto, la elección de este formato fue estratégica: “Recrear un evento de tal magnitud con efectos especiales habría sido impagable”.
La historia sigue a Justino Compeán y Eduardo “El Negro” López Negrete, organizadores de una carrera de autos que, accidentalmente, termina convirtiéndose en el festival de rock más grande de México. Emiliano Zurita interpreta a Compeán, quien estuvo presente en la función especial en la Cineteca del FICG, compartiendo la experiencia con el actor que le da vida en pantalla.
Una sátira sin pretensiones históricas
Más que un relato fiel de los hechos, Autos, mota y rocanrol apuesta por el humor. La cinta utiliza recursos narrativos cómicos y la improvisación de actores como Gabriel Angulo —quien da vida al mánager Neto Valls— para construir una visión ligera y entretenida del suceso.
Con escenas que alternan entre imágenes reales del festival y secuencias filmadas con esmero, el largometraje destaca por su cuidada ambientación, vestuario, música rock y guiños a la cultura contracultural de los años 70.
Rock, descontrol y sátira política con sabor setentero
Aunque los personajes ficticios no saben nada de música, la cinta logra crear una atmósfera creíble a través de un soundtrack vibrante y una representación visual del caos, la libertad y la irreverencia que definieron Avándaro. Desde la desnudez hasta el uso de drogas, pasando por los autos de carrera y la moda hippie, la película ofrece una crítica simpática al moralismo de la época.
Cravioto no busca hacer un documental histórico, sino una reinterpretación festiva que invita al público a reírse del pasado y disfrutar del desenfreno sin culpas.
Avándaro revive en el cine... y pronto en la cartelera nacional
Luego de su presentación en el FICG 40, la cinta llegará a salas de cine el próximo 11 de septiembre, fecha que coincide con el aniversario del festival original. Su proyección al aire libre en Guadalajara marca un momento especial para el cine mexicano: por primera vez, una película reúne al personaje real y al actor que lo interpreta dentro de un mismo festival.
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