Las últimas semanas de diciembre concentran un repunte sostenido de emergencias cardiovasculares debido al síndrome del corazón festivo. Aunque el periodo suele asociarse con celebraciones y reuniones familiares, médicos y especialistas advierten que esta combinación de excesos y presión emocional eleva el riesgo de infartos y arritmias, incluso en personas sin antecedentes cardíacos.
Diversos estudios y reportes clínicos vinculan este incremento con el llamado Síndrome del Corazón Festivo, una condición que se manifiesta con mayor frecuencia durante bodas, posadas y festejos de fin de año.
Qué es el Síndrome del Corazón Festivo
El Síndrome del Corazón Festivo fue descrito por primera vez en 1978 y se refiere a la aparición repentina de alteraciones del ritmo cardíaco, principalmente fibrilación auricular, tras un consumo elevado de alcohol en un corto periodo de tiempo.
Este patrón, conocido como binge drinking, es común durante celebraciones prolongadas y puede provocar desajustes eléctricos en el corazón, incluso en individuos jóvenes o de mediana edad que nunca han presentado problemas cardiacos.
Por qué las fiestas decembrinas elevan el riesgo cardíaco
A finales de diciembre confluyen varios factores que impactan directamente en la salud cardiovascular. El aumento en la ingesta de alcohol y alimentos altos en grasa, sumado a jornadas largas, poco descanso y altos niveles de estrés emocional, genera una sobrecarga para el organismo.
Especialistas señalan que el estrés asociado a compromisos sociales, decisiones económicas y cierre de actividades laborales también actúa como detonante, elevando la presión arterial y la frecuencia cardiaca.
Síntomas de alerta que no deben ignorarse
Las arritmias relacionadas con este síndrome pueden manifestarse con palpitaciones rápidas o irregulares, dolor en el pecho, mareos, fatiga intensa o dificultad para respirar. En algunos casos, los síntomas aparecen horas después del consumo de alcohol, lo que dificulta asociarlos de inmediato con la causa.
Aunque algunas arritmias pueden desaparecer de forma espontánea, otras requieren atención médica urgente y elevan el riesgo de accidente cerebrovascular u otras complicaciones graves.
Cómo reducir el riesgo durante las celebraciones
Médicos coinciden en que la prevención es clave. Mantener la moderación en el consumo de alcohol, evitar comidas excesivas, respetar las horas de sueño y controlar el estrés puede marcar una diferencia importante durante esta temporada.
Disfrutar de las fiestas sin descuidar la salud cardiovascular es posible, siempre que se mantenga un equilibrio entre la celebración y el autocuidado.
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