La “influencer” y madre de seis hijos, Ruby Franke, se declaró culpable este lunes de cuatro delitos graves de abuso infantil agravado en segundo grado, admitiendo su responsabilidad en el maltrato y la negligencia hacia dos de sus hijos. Franke, quien alcanzó la fama a través de su ya desaparecido canal de YouTube “8 Passengers”, ofrecía consejos sobre crianza y vida familiar.
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La detención de Franke tuvo lugar en agosto después de que uno de sus hijos, de apenas 12 años, lograra escapar de la casa familiar y alertara a un vecino sobre su situación. El menor estaba desnutrido y tenía las muñecas y tobillos atados con cinta aislante cuando fue encontrado.
En una audiencia virtual ante el juez John J. Walton, Ruby Franke, vestida con el uniforme carcelario gris y blanco, se declaró culpable de cada uno de los tres primeros cargos, expresando: “Con el más profundo pesar y pena por mi familia y mis hijos, (me declaro) culpable”. La sentencia está programada para el 20 de febrero y quedará a discreción del juez, dejando abierta la posibilidad de una pena de prisión.
El abogado de Franke, LaMar Winward, argumentó que el presunto abuso ocurrió bajo la influencia de la consejera marital Jodi Hildebrandt, quien, según el comunicado de Winward Law, manipuló a Franke y la aisló de su familia. Tanto Franke como Hildebrandt fueron arrestadas el 30 de agosto y enfrentan seis delitos graves de abuso infantil agravado cada una.
El hijo de 12 años reveló a los investigadores que Hildebrandt le ató las muñecas y tobillos, utilizando pimienta de cayena y miel para tratar las heridas causadas por los amarres. El niño y su hermana de 10 años fueron llevados al hospital, mientras que los cuatro hijos menores de Franke fueron puestos bajo custodia estatal.
La familia de Franke fue objeto de críticas en línea debido a su canal de YouTube, donde se evidenciaron situaciones controvertidas, como prohibir a su hijo mayor el acceso a su habitación durante siete meses y amenazar con cortarle la cabeza a un juguete de peluche como castigo. El canal, que comenzó en 2015, fue cerrado después de siete años.
Ruby Franke, ahora enfrentando las consecuencias legales de sus acciones, ha perdido la confianza de sus seguidores y se espera que la sentencia en febrero determine las repercusiones que enfrentará por estos graves delitos de abuso infantil.
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