La violencia contra las mujeres continúa siendo una problemática vigente y de alto impacto social. En este contexto, el llamado violentómetro se ha consolidado como una herramienta fundamental para identificar, visibilizar y prevenir conductas que pueden escalar hasta poner en riesgo la vida de las víctimas, aun cuando en un inicio parezcan acciones “menores” o normalizadas.
Detenciones en Chihuahua por violencia familiar
Recientemente, la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género y a la Familia informó sobre la detención de dos hombres en la ciudad de Chihuahua, identificados como Luis Aarón M. H. y Juan Manuel R. T., señalados por agredir, controlar y ejercer dominio sobre sus propias madres.
De acuerdo con las investigaciones, ambos sujetos habrían incurrido en actos abusivos de poder, por lo que se les formulará imputación conforme a lo establecido por la ley. Estos casos reflejan cómo la violencia puede presentarse incluso dentro del núcleo familiar más cercano.
Qué es el violentómetro y cómo funciona
El violentómetro es una guía visual que muestra de manera progresiva los distintos tipos de violencia que pueden ejercer los agresores. Inicia con conductas que suelen minimizarse o justificarse, como chantajes, celos, mentiras, humillaciones y control excesivo, y avanza hacia manifestaciones más graves.
Entre los niveles de mayor riesgo se encuentran las amenazas, el abuso sexual, la privación de la libertad y el feminicidio, situaciones que ponen en peligro la integridad física y emocional de las mujeres.
Tipos de violencia que deben identificarse
Especialistas en psicología señalan que para vivir una vida libre de violencia es fundamental reconocer las distintas formas en que esta se manifiesta. La violencia no solo es física; también puede ser psicológica, sexual, patrimonial o económica.
Advierten que muchas mujeres dudan o temen pedir ayuda debido a factores culturales, sociales y emocionales. Romper con estos patrones implica desafiar hábitos arraigados y estructuras que han normalizado el abuso durante generaciones.
Violencia contra las mujeres: un problema de salud pública
Expertos coinciden en que la violencia de género debe ser entendida como un problema de salud pública. Subrayan la importancia de fortalecer la empatía social hacia las víctimas y reconocer el valor de quienes deciden denunciar y alzar la voz.
Instituciones y especialistas reiteran que identificar a tiempo las señales de alerta puede marcar la diferencia entre la prevención y una tragedia, por lo que llaman a difundir y utilizar herramientas como el violentómetro de manera constante.
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