La noche del pasado 25 de octubre, la furia del huracán Otis azotó las costas de Acapulco, Guerrero, con vientos que alcanzaron los 270 km/h, dejando a la entidad completamente desconectada del exterior. A pesar de la existencia de zonas seguras, la intensidad del fenómeno superó cualquier medida de precaución.
Desde el epicentro de la tragedia, nuestra compañera Vianey Ponce nos comparte los desgarradores momentos que vivió durante la embestida del huracán.
🔴 #Noticias | Las zonas seguras en #Acapulco, #Guerrero, no fueron suficientes para parar la furia de #Otis.
— TV Azteca Chihuahua (@AztecaChihuahua) October 27, 2023
La noche del pasado 25 de octubre con vientos de hasta 270 km/h que destrozaron todo a su paso y dejaron a la entidad desconectada del exterior.
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“Uy, se está moviendo feo esto”, relata Vianey a las 11 de la noche, cuando los vientos incrementaron su intensidad de manera abrupta, haciendo que las zonas seguras ya no fueran suficientes.
“Mamá, no sé si puedes escuchar cómo se oye todo, la michi ya no pudo entrar, esto así se está moviendo. Así estamos viendo todo es lo más seguro donde estoy ma, estoy con cobijas”, añade en medio de la desesperación.
Según explicaba Vianey, las autoridades de Protección Civil habían recomendado resguardarse en el baño, pues la hora crítica se aproximaba. A las 12 horas del 25 de octubre, se fue la luz y se perdió toda comunicación con el exterior. Otis había tocado tierra por la zona de diamante y sus vientos, que alcanzaron los 270 km/h, azotaron durante dos horas con 10 minutos de ráfagas constantes. Los cristales fueron los primeros en ceder ante la furia de Otis, seguidos por muebles, colchones y ropa que poco a poco eran arrastrados por las aguas.
#Clima | Aún no pasan los estragos por el impacto del huracán #Otis en #Acapulco, Guerrero, y ya se podría estar formando un nuevo ciclón tropical, ¿llegará a México?https://t.co/tyEGVmU6cU pic.twitter.com/Ierino5f7x
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) October 27, 2023
Fue una madrugada interminable para los acapulqueños. A medida que Otis se alejaba, los vientos cedieron, pero la lluvia persistió. La esperanza de un nuevo día se aferraba a la promesa de un poco de luz que revelara la magnitud del daño causado por este fenómeno devastador.
“Aquí son las 11 de la mañana en el puerto de Acapulco este 25 de octubre del 2023 y bueno, pues continúa el recuento de los daños que dejó a su paso Otis. Hay cables por todos lados, postes tirados y las avenidas están intransitables. Como pueden ver al fondo, Acapulco está destrozado”, lamenta Vianey mientras registra la desolación en la emblemática Costera Miguel Alemán.
Los turistas caminan con maletas en mano en busca de una salida. Hoteles y negocios yacen en ruinas, incluida la casa de Azteca Guerrero. En los pocos negocios que se libraron de la rapiña, las personas hacen fila para abastecerse de agua y algo de comer.
La comunidad de Acapulco se enfrenta ahora a la tarea de reconstruir lo que Otis dejó en ruinas, mientras se espera el apoyo y la solidaridad de toda la nación para superar esta tragedia.
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