La inseguridad en las carreteras de Puebla se ha convertido en una preocupación nacional. Transportistas que circulan por caminos federales y estatales denuncian que los asaltos se han vuelto recurrentes y, en muchos casos, ocurren con total impunidad. De acuerdo con cifras oficiales, la entidad ocupa actualmente el primer lugar en robo a transporte de mercancías, una posición que refleja el deterioro de la seguridad vial y logística en la región.
La situación ha generado cuestionamientos directos hacia el gobierno estatal, encabezado por Alejandro Armenta, ante la percepción de que las acciones implementadas no han logrado frenar el avance del crimen organizado.
Cifras que reflejan un problema estructural
Entre enero y noviembre de 2025, la Fiscalía General del Estado de Puebla abrió al menos 475 carpetas de investigación por robo a transporte de carga, sin contar los casos turnados a la Fiscalía General de la República. Estas cifras confirman un incremento sostenido del delito, que pasó de 19.5 por ciento en 2024 a 23.5 por ciento en 2025.
Transportistas señalan que muchas de las bodegas donde termina la mercancía robada se ubican dentro del propio estado, sin que existan investigaciones claras sobre el destino final de los cargamentos, lo que alimenta la percepción de omisión institucional.
Transportistas denuncian colusión y ausencia de vigilancia
Representantes del sector han advertido que la inseguridad no solo responde a la presencia del crimen organizado, sino también a la falta de vigilancia efectiva en carreteras y, en algunos casos, a presunta participación de elementos policiacos estatales y municipales en la cadena delictiva.
De acuerdo con los testimonios, algunos agentes ven al transportista como una fuente constante de ingresos ilícitos, lo que agrava la desconfianza hacia las corporaciones encargadas de garantizar la seguridad pública.
Violencia en carreteras y riesgo constante para operadores
Los asaltos no solo implican pérdidas económicas, sino también riesgos directos para la vida de los operadores. En semanas recientes, se reportaron ataques armados contra transportistas en zonas como Río Frío y Cholula, donde algunos conductores fueron perseguidos y baleados mientras transitaban por las vialidades.
Estos hechos han incrementado la presión del sector para que se implementen operativos permanentes y estrategias coordinadas entre los distintos niveles de gobierno.
Exigen acciones contundentes al gobierno estatal
Transportistas y analistas coinciden en que los discursos oficiales no han sido suficientes para revertir la crisis de seguridad. Señalan que no basta con llamados de atención internos o medidas administrativas, sino que se requieren acciones firmes, investigaciones profundas y una estrategia integral que garantice condiciones mínimas de seguridad en las carreteras de Puebla.
La creciente ola de robos plantea un reto inmediato para el gobierno estatal, en un contexto donde la seguridad pública se mantiene como una de las principales demandas ciudadanas.
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