Las bajas temperaturas registradas durante la noche representan un riesgo para las instalaciones hidráulicas en los hogares, ya que el descenso del termómetro puede provocar la congelación del agua dentro de las tuberías, lo que a su vez genera rupturas y fugas que derivan en reparaciones costosas.
Por qué se congelan y revientan las tuberías
De acuerdo con especialistas en plomería, cuando el agua se congela en el interior de las tuberías aumenta su volumen, lo que ejerce presión sobre los tubos hasta dañarlos. Este fenómeno ocurre con mayor frecuencia en tuberías expuestas al exterior o en áreas poco protegidas del frío.
Las rupturas en las tuberías pueden ocasionar pérdidas significativas de agua, daños estructurales en las viviendas y gastos imprevistos en reparaciones. Además, las fugas prolongadas pueden afectar muros, pisos y sistemas eléctricos cercanos.
Medidas preventivas para proteger las tuberías del frío
Para reducir el riesgo de daños, los especialistas recomiendan cubrir las tuberías expuestas con materiales aislantes como periódico, cartón o esponjas protectoras. Asimismo, sugieren revisar de manera constante el estado de las instalaciones para detectar a tiempo cualquier afectación.
Implementar acciones preventivas ayuda a evitar que el frío llegue de forma directa a las tuberías y reduce la probabilidad de afectaciones mayores, protegiendo tanto el suministro de agua como la infraestructura del hogar.
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