En Uruapan, el asesinato del alcalde Carlos Manzo sigue generando conmoción un mes después. Su esposa, Grecia Quiroz, quien asumió la presidencia municipal tras el crimen, enfrenta simultáneamente el proceso de duelo y una serie de cuestionamientos públicos provenientes de militantes de Morena.

Regreso al lugar donde ocurrió el ataque

Grecia Quiroz acudió recientemente a una misa en memoria de su esposo. Al término de la ceremonia, decidió trasladarse al sitio exacto donde Manzo fue ejecutado, en la misma plaza que marcó un antes y un después en su vida. Según testigos, la alcaldesa se arrodilló y permaneció algunos minutos en silencio, visiblemente afectada por la pérdida.

Señalamientos y descalificaciones desde Morena

Mientras continúa su labor al frente del ayuntamiento, Quiroz ha sido blanco de críticas de algunos integrantes de su partido. Entre los señalamientos se encuentran acusaciones que la califican de “ambiciosa” o de supuestamente “capitalizar políticamente” el asesinato de su esposo, lo que ha generado rechazo en diversos sectores.

Polémica por declaraciones de Gerardo Fernández Noroña

Uno de los pronunciamientos más controvertidos provino del legislador Gerardo Fernández Noroña, quien cuestionó las intenciones de la alcaldesa y la vinculó sin fundamento con aspiraciones políticas mayores. Sus declaraciones fueron ampliamente criticadas en redes sociales y en espacios públicos por su tono y falta de sensibilidad ante la situación que enfrenta la funcionaria.

Uruapan continúa afectado por la violencia

Desde la muerte de Carlos Manzo, Uruapan ha enfrentado un clima de tensión. El municipio, marcado por el impacto del crimen organizado, ha exigido mayor atención de las autoridades estatales y federales, mientras la población demanda frenar la impunidad y reforzar la seguridad.

El caso que sacudió a Michoacán

El asesinato del alcalde, ocurrido tras reiteradas solicitudes de apoyo en materia de seguridad dirigidas al Gobierno Federal, desencadenó un amplio debate nacional sobre la protección a funcionarios municipales. Diversos sectores consideran que el crimen mostró una realidad dolorosa: la vulnerabilidad en la que operan autoridades locales frente al avance delictivo.

Una lucha que continúa

La plaza donde ocurrió el ataque se ha convertido en un espacio simbólico para los habitantes de Uruapan. Para Grecia Quiroz, representa además el punto desde el que se ha visto obligada a encabezar una responsabilidad que no buscó, pero que hoy asume pese a la violencia y las críticas.

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