Un caso estremecedor mantiene consternada a la comunidad de Nueva Orleans: Bryan, un niño autista de 12 años, fue hallado muerto en una laguna, luego de que su madre, Hilda Vásquez, presuntamente lo dejara en situación de riesgo ante varios caimanes. La fiscalía investiga a la mujer de 34 años por homicidio negligente y crueldad hacia su hijo.
El hallazgo se produjo el 26 de agosto, después de una intensa búsqueda que se prolongó por dos semanas, tras la desaparición del menor el 14 de agosto. Bryan salió por la ventana de su habitación durante la madrugada y fue visto cerca de una laguna. Vecinos, buzos voluntarios y la Marina Cajun Unida participaron en la búsqueda, que finalmente concluyó cuando un dron localizó el cuerpo sumergido mientras los caimanes rondaban la zona.
A booking photo for Hilda Vasquez has been released. She is being held without bond after it was revealed that she and her newborn tested positive for cocaine at the July birth. https://t.co/RSYcyjTVpy pic.twitter.com/hbLQKHkJf8
— FOX 8 New Orleans (@FOX8NOLA) September 17, 2025
Historial de negligencia y nuevas acusaciones
Documentos judiciales revelaron que Hilda Vásquez ya contaba con antecedentes de abuso y negligencia. En 2014, Bryan sufrió fracturas de cráneo y piernas siendo apenas un bebé, lo que derivó en investigaciones por parte del Departamento de Servicios para Niños y Familias (DCFS). Pese a estos antecedentes, la mujer conservó la custodia de sus hijos.
En julio de 2025, se detectó cocaína en su organismo y en el de un bebé recién nacido, situación que llevó a la fiscalía a calificarla como “un peligro para la sociedad y sus propios hijos”. Durante la audiencia más reciente, los fiscales solicitaron que Vásquez permaneciera detenida sin derecho a fianza, argumentando que sus acciones no solo provocaron la muerte de Bryan, sino que también pusieron en riesgo a sus otros tres hijos sobrevivientes.
El juez Jonathan Friedman ordenó que la mujer permanezca bajo custodia y alejada de sus hijos. Mientras tanto, el Departamento de Vida Silvestre y Pesca de Luisiana retiró a los caimanes de la laguna para garantizar la seguridad de la comunidad. Bryan, según informes, era un niño no verbal y propenso a escaparse de casa, lo que aumenta la preocupación sobre la supervisión que recibía.
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